En un mundo donde el diseño parece haberse dividido en dos extremos el maximalismo desbordante y el minimalismo absoluto nosotras nos propusimos desafiarles. Queríamos crear algo que hablara en su propio lenguaje, sin caer en los clichés de lo recargado ni en la frialdad de lo simple. Nuestro objetivo era diseñar una baldosa basada en la esencia de lo «básico», pero que, en su fondo, fuera de todo menos eso.
La idea de «basic» se ha malinterpretado durante mucho tiempo. Se asocia con lo genérico, lo predecible, lo carente de profundidad. Pero para nosotras, «basic» es el punto de partida, el núcleo de todo buen diseño. Es la base sobre la que se construye la innovación. Y es precisamente en esa aparente sencillez donde encontramos el mayor desafío: hacer que algo aparentemente elemental contenga una historia, un proceso y una intención compleja.
Desde su creación, esta baldosa ha sido una exploración de materiales, formas y texturas. Nos alejamos de lo obvio y trabajamos en cada detalle con la precisión de quien sabe que lo más simple puede ser lo más difícil de lograr. Su diseño es sutil, pero su presencia es contundente. Es versátil, pero no efímera. Es atemporal, pero no aburrida. Cada línea, cada acabado, cada sombra que proyecta bajo distintas luces, habla de un proceso de diseño que ha sido cualquier cosa menos básico.
Porque, al final, lo verdaderamente básico es aquello que perdura, que resiste tendencias pasajeras y que, sin necesidad de exageraciones, sigue siendo relevante.
Y esta baldosa, que nació de la idea de lo básico, está destinada a ser todo menos ordinaria.
propuestas
El concepto que se nos asignó fue «Basic», este tenía estar basado en el concepto que la empresa TAU Cerámica tiene de esta palabra, por lo que los colores eran varias tonalidades de azules oscuros, grises y cremas.
Al principio solo se nos ocurrieron ideas minimalistas, pero al cabo del tiempo pensamos que básico no significa minimalista.
Por lo que se crearon las diferentes propuestas que se aprecian en el documento adjunto.
Desde el principio tuvimos claras ciertas cosas:
- Se buscaba un diseño simple para que no sobrecargase visualmente donde fuera colocado.
- La paleta de colores que se nos ofrecía era muy neutra.
- Se quería que la aplicación fuese universal y no se asociase con una sala concreta de la vivienda.
- Y que fuera fácil integrarla en cualquier ambiente en el que se quisiese colocar.
Luego decidimos que lo más representativo tenían que ser formas geométricas, que rozase el minimalismo, gran contraste y elementos orgánicos.
BALDOSA Y PÓSTER

ANADI
Ese es el nombre de la baldosa.
Una baldosa «básica», una baldosa que de básica no tiene nada.
Es una baldosa que representa el cuerpo humano, porque no hay nada más básico que el ADN, pero no deja de ser una de als cosas más complejas de la existencia humana.
Lo básico no le quita lo complejo, y eso es lo que se quiso representar con la baldosa y las diferentes maneras de colocarlas, ya que se pueden generar curvas que representan el ADN, igual que las curvas que componen el cuerpo de una mujer.
Se buscó el concepto de orgánico de simple pero complejo de básico pero difícil y se consideró que no había nada más característico de estos conceptos que el ADN, que el núcleo de la existencia de las mismísimas personas y nuestra forma de ser, que depende de la persona en muy diferente; y eso es lo que se quería conseguir que cada persona que eligiera ANADI como SU baldosa, la colocase de la manera que más le representaba creando el ADN de su vivienda.

conclusiones
En un mundo dividido entre el exceso y la austeridad, nuestra baldosa desafía lo «básico». Más que un simple elemento decorativo, es una declaración de principios: la prueba de que lo esencial no tiene por qué ser aburrido y que la simplicidad, cuando se diseña con intención, puede ser profundamente sofisticada.
Desde su concepción hasta su materialización, este diseño demuestra que lo básico no es sinónimo de simpleza, sino de solidez y permanencia. Es un recordatorio de que la verdadera innovación no siempre radica en lo extravagante, sino en la capacidad de transformar lo cotidiano en algo extraordinario.